PSICOANALISIS
HISTORIA
Jean-Martin Charcot enseñando en el Salpêtrière de París:
mostrando a sus estudiantes una mujer ("Blanche" (Marie) Wittman) en
"estado histérico".
La historia del psicoanálisis corresponde en gran parte a la
historia de su fundación, elaboración, revisión y difusión por parte de su
máxima figura, el médico y neurólogo vienés Sigmund Freud.
Se considera un antecedente clave para el nacimiento del psicoanálisis
que Freud llegase a ser alumno de Jean Martin Charcot en el hospital
Salpêtrière de París entre los años 1885 y 1886. Freud se familiarizaría así
con las investigaciones llevadas a cabo sobre la histeria las cuales mostraban
que mediante la hipnosis se podían inducir, suprimir e intercambiar toda clase
de síntomas presentes en los cuadros histéricos, sugiriendo una etiología
psicológica y no orgánica. Las mujeres histéricas que eran sometidas a tal
experiencia no conservaban en la conciencia lo sucedido, es decir, no
recordaban, aunque la sugestión hipnótica seguía actuando una vez deshecho el
trance hipnótico. Ya de vuelta a Viena y en colaboración con su amigo y colega,
el fisiólogo Joseph Breuer, aplicó el método catártico descubierto por este,
que más tarde modificaría paulatinamente hasta dar forma al psicoanálisis.
Tras años de experiencia clínica, Freud propuso la teoría de
que los síntomas histéricos y neuróticos tenían como causa núcleos traumáticos
reprimidos en el inconsciente por ser moralmente inaceptables para el Yo del
sujeto. Freud postuló que estos núcleos patológicos consistían en «uno o
varios sucesos de precoz experiencia sexual, perteneciente a la más temprana
infancia.
En su artículo de 1914 Recordar, repetir, reelaborar, Freud
expone brevemente la historia de su método, desde su antecesor, la hipnosis. Al
referirse a esta, en particular la «catarsis breueriana», menciona que la misma
se enfocaba en la reproducción de los procesos psíquicos de la situación en la
que se adquirieron los síntomas neuróticos "para que tuvieran su decurso a
través de la actividad consciente". Se partía del supuesto de que los
síntomas remitían a esos procesos reprimidos. Junto a la rememoración, la
abreacción era otra de las metas a que se apuntaba mediante esta técnica para
lo cual se inducía al paciente a un estado hipnótico.
En un momento posterior, Freud decide abandonar la hipnosis,
lo cual suele ser explicado diciendo simplemente que no era una técnica con la
que él estuviera particularmente cómodo, así como que no es de por sí
susceptible de ser aplicada en todos los casos. Por otra parte, se le adjudica
como falencia el que tras un período de recuperación, luego de haber sido
aplicada, los síntomas retornaban nuevamente, imponiendo la tarea de repetir el
tratamiento. Por otra parte, también se dice que este método no permite acceder
al trabajo analítico a las «resistencias» del paciente. En cualquier caso, la
técnica apuntaba, entonces, a "colegir desde las ocurrencias libres del
analizado aquello que él denegaba recordar. Se pretendía sortear la resistencia
mediante el trabajo interpretativo y la comunicación de sus resultados al
enfermo".
En tercer lugar, Freud abandona la focalización sobre un
problema determinado, conformándose con "estudiar la superficie psíquica
que el analizado presenta cada vez, y se vale del arte interpretativo, en lo
esencial, para discernir las resistencias que se recortan en el enfermo y
hacérselas conscientes".
En 1897, coincidiendo con la muerte de su padre, Freud,
aplicó a su propia persona la experiencia clínica acumulada y comenzó un
estudio profundo de sus recuerdos, deseos y emociones que le permitieron
reconstruir su infancia. Este sistemático escrutinio de su psiquismo, considerado
acto fundador del psicoanálisis, es conocido como su autoanálisis.
Sala de espera del consultorio en la casa de Freud, donde
tenían lugar las reuniones de la "Sociedad Psicológica de los
Miércoles".
En el período aproximadamente comprendido entre 1895 y 1905
Freud, atravesó por un intenso aislamiento profesional y personal provocado por
la oposición y a menudo indignación que sus teorías suscitaban. A pesar de
ello, Freud se mostró particularmente fructífero en estas circunstancias
adversas publicando las que se consideran dos obras cardinales del
psicoanálisis, La interpretación de los sueños y Tres ensayos sobre teoría
sexual.
El aislamiento de esta época, que el mismo Freud denominaría
«espléndido aislamiento», fue remitiendo paulatinamente y ya en otoño de 1902
nació modesta e informalmente la Psychologische Mittwoch-Gesselschaft
(literalmente: «Sociedad Psicológica de los miércoles»). Los médicos vieneses
Max Kahane, Rudolf Reitler, Alfred Adler y Wilhelm Stekel se empezaron a
reunir, a iniciativa de este último, en la casa de Freud cada miércoles por la
noche.Este pequeño grupo formó el núcleo de lo que se convertiría, en 1908,
en la Asociación Psicoanalítica Vienesa (Wiener Psychoanalytische
Vereinigung).
En 1910 se fundó la Asociación Psicoanalítica Internacional
(IPA), pero no fue hasta 1919, tras el final de la Gran Guerra (1914-1918),
cuando el movimiento psicoanalítico internacional comenzó a extenderse social,
geográfica y científicamente, convirtiéndose en un referente no solo de la
psiquiatría y la clínica, sino también de la cultura crítica. En este proceso
de consolidación del pensamiento y la práctica psicoanalítica, tuvo gran
importancia la creación de clínicas y ambulatorios de carácter gratuito donde
se trataba a las clases más desfavorecidas, la puesta en práctica de la
"psicoterapia para las masas" que Freud había propuesto el final de
la Guerra.
La creación de estas clínicas gratuitas, a la par que supuso un
compromiso social sin precedentes desde un movimiento científico, obligó a
desarrollar un modelo de formación psicoanalítico institucionalizado para
lograr la gran cantidad de psicoterapeutas necesarios para convertir en
realidad el proyecto. Siguiendo este modelo, se crearon clínicas gratuitas en
Berlín, Viena, Londres, Moscú (sostenida con fondos públicos del estado
soviético), Budapest y Chicago. El avance del fascismo europeo durante los años
treinta provocó el cierre de estas clínicas, pese a sus buenos resultados
clínicos y en investigación, y obligó la emigración forzosa de la mayoría de
psicoanalistas europeos.
PSCIOANALISIS
El concepto de «psicoanálisis» designa, por una parte, aquel
modelo teórico descriptivo y explicativo de los mecanismos, procesos y
fenómenos implicados en la vida anímica humana. Este modelo se basó
inicialmente en la experiencia de Sigmund Freud en el tratamiento clínico de
pacientes que presentan histerias, fobias y diversos padecimientos psíquicos y
ha tenido un amplio desarrollo teórico posterior con el aporte de muchos
teóricos del psicoanálisis. Por otra parte, «psicoanálisis» se refiere también
a la terapia psicoanalítica misma, es decir, a un conjunto de procedimientos y
técnicas terapéuticas que se desarrollan a partir de esta teoría para el
tratamiento de patologías mentales.
Finalmente, «psicoanálisis» puede referirse
además al método psicoanalítico: un método de investigación que ha sido
aplicado, más allá de la psicología clínica individual, al análisis de
fenómenos culturales, por ejemplo en etnología y antropología (entre otras
disciplinas).
El desarrollo del psicoanálisis es permanente en estos tres
aspectos por parte de investigadores y clínicos, si bien cabe remarcar que tal
segmentación del campo psicoanalítico no puede ser otra cosa que una
esquematización descriptiva, y que en ningún caso da cuenta de la estructura
propia del psicoanálisis donde teoría y práctica se encuentran ligadas sin que
pueda darse la una sin la otra.
Freud sostuvo que una de las glorias del
psicoanálisis era la coincidencia de investigación y tratamiento, si bien
aclara que la técnica de ambas difiere. El psicoanálisis moderno se caracteriza
por el pluralismo teórico, metódico y terapéutico. Si el psicoanálisis puede
ser considerado una teoría científica es un asunto que en círculos académicos y
profesionales continúa siendo controvertido.
La definición clásica de Freud nota 1incluye, según resumen
Jean Laplanche y Jean-Bertrand Pontalis, los siguientes tres aspectos:
A) Un método de investigación que consiste esencialmente en
evidenciar la significación inconsciente de las palabras, actos, producciones
imaginarias (sueños, fantasías, delirios) de un individuo. Este método se basa
principalmente en las asociaciones libres del sujeto, que garantizan la validez
de la interpretación. La interpretación psicoanalítica puede extenderse también
a producciones humanas para las que no se dispone de asociaciones libres.
B) Un método psicoterapéutico basado en esta investigación y
caracterizado por la interpretación controlada de la resistencia, de la
transferencia y del deseo. En este sentido se utiliza la palabra psicoanálisis
como sinónimo de cura psicoanalítica; ejemplo, emprender un psicoanálisis (o un
análisis).
C) Un conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas en
las que se sistematizan los datos aportados por el método psicoanalítico de
investigación y de tratamiento.7
s culturales, por ejemplo en etnología y antropología (entre otras
disciplinas).7 El desarrollo del psicoanálisis es permanente en estos tres
aspectos por parte de investigadores y clínicos, si bien cabe remarcar que tal
segmentación del campo psicoanalítico no puede ser otra cosa que una
esquematización descriptiva, y que en ningún caso da cuenta de la estructura
propia del psicoanálisis donde teoría y práctica se encuentran ligadas sin que
pueda darse la una sin la otra.
Freud sostuvo que una de las glorias del
psicoanálisis era la coincidencia de investigación y tratamiento, si bien
aclara que la técnica de ambas difiere. El psicoanálisis moderno se caracteriza
por el pluralismo teórico, metódico y terapéutico. Si el psicoanálisis puede
ser considerado una teoría científica es un asunto que en círculos académicos y
profesionales continúa siendo controvertido.
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